Los principales consumidores de energía en la industria
El uso inadecuado de los servicios públicos provoca un consumo excesivo, una reducción de la disponibilidad de los equipos y de la capacidad de producción, un aumento del exceso de calor, averías y mantenimiento correctivo.
Lo mismo puede decirse de las redes: una mala gestión de las redes conlleva un aumento de los costes, un suministro de energía inadecuado, una distribución eléctrica inapropiada y, en consecuencia, un menor rendimiento energético.
Esto significa que la energía no se recupera ni se redirige de forma óptima dentro de la empresa.
El resultado es una reducción de la vida útil de los equipos de producción, más horas de trabajo y una disminución de la calidad y la eficiencia de los productos.
